Sueños de Guloyas

Es mi Primer Articulo Publicado por Perspectiva Ciudadana

La Sultana del Este, tacita de oro, cuna de poetas, ciudad de peloteros, son algunos, de títulos que ha recibido, Macorís del Mar. Esta ciudad ya sobrepasa los 120 años de historia, en donde se escribieran incontables páginas por los más notables intelectuales, de principios y mediados de siglo pasado. La misma que por las proezas de sus nativos en los deportes, adquirió fama internacional. Con una riqueza cultural que se desvanece de manera progresiva; el deterioro sistemático sus hermosas infraestructuras, que fueron las más novedosas de su época.

La casi desaparición de la industria azucarera, que tantas riquezas le proporcionó al país y que, producto de la corrupción y la ineptitud, se ha vuelto una industria de chatarras. Si le agregamos la crítica y deplorable situación medioambiental que enfrenta el Río Higuamo que no soporta más contaminación. Estas son algunas de las cosas que vive diariamente esta ciudad, que recuerda con nostalgia épocas gloriosas del pasado, pero enfrenta una cruda realidad.

La triste realidad es que ha estado olvidada por todos los gobiernos, que no han hecho las inversiones precisas que garanticen su desarrollo sostenido e integrar. Sumémosle a esto la conducta pasiva, sumisa e indiferente de muchos de sus habitantes que ha contribuido con sus desgracias y penurias. La ausencia de una clase política y empresarial, con un compromiso social, a favor de la provincia, incapaces de unificarse, de articular programas y políticas publicas que generen un desarrollo humano y equitativo.

La inversión pública recibida es desproporcional e irrisoria, sin las comparamos con las grandes contribuciones hechas por este pueblo al país. En un leguaje muy macorisanos: se bebieron el guarapo y dejaron el bagazo. Fue la menos beneficiada, de su trabajo y de sus riquezas. La situación de los bateyes y las zonas suburbanas, que antiguamente eran lugares de gran dinamismo económico y comercial, parecen comunidades fantasmas, como el ingenio Santa Fe, Quisqueya, Angelina, y sus comunidades aledañas, en donde el desempleo, los índices de natalidad y el analfabetismo, tiene cifras escalofriantes. Estas comunidades que le aportaron al país millones de dólares, en sus épocas de pujanza, solo han recibido como pago ínfimas limosnas clientelistas.

San Pedro de Macorís, tiene grandes necesidades que la agobian, pero las puede superar, por su inmensa riqueza. Los retos y desafíos que enfrenta, deben visualizarse como oportunidades para logar su prosperidad. El mayor de los desafíos que afronta es generar una conciencia social plena, que produzca las transformaciones que son necesarias para el progreso anhelado. Y que ellas sean el resultado del trabajo mancomunado de cada uno de sus ciudadanos. Así podrá volver la añorada danza de los millones y ser de nuevo la tacita de oro.

nelfisstapleton@gmail.com